De niño siempre me gustaron los castillos, lo medieval y toda esa movida. Así que ni bien tuve la oportunidad de visitar un castillo allá me fui.

París, una de las capitales más reconocidas del mundo, con lugares que cualquiera puede nombrar como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o Notre Dame, entre tantos otros. Hoy vamos a tratar de pasear un poco por ahí.

Me decían que alcanzaba un día para conocer Bratislava pero si les hubiera hecho caso me habría perdido visitar el impresionante hrad Devín.

Siempre quise ir a Grecia porque de niño me encantaba leer sobre los dioses, los mitos, los héroes, etc...

Ámsterdam es famosa por muchas cosas, las bicis, los tulipanes, la marihuana o el barrio rojo, pero también se asocia a los Países Bajos con los molinos de viento.

Hemos recorrido varios lugares y nunca hemos parado a comer, asi que este post va dedicado a la hermosa (y necesaria) costumbre de alimentarse. No esperen nada gourmet.

Es casi imposible hablar de Dublín o de Irlanda sin mencionar, aunque sea al pasar, la cerveza. Y si hablamos de cerveza es un hecho que en esa mención aparezca la Guinness.

Llegamos a Bergen, segunda ciudad más grande de Noruega, a las 10:30 de la noche, noche? es un decir había luz.

Probablemente nunca hubiéramos pensado (a priori) visitar Almería, pero nunca digas nunca...

Hasta el día de hoy no se si se escribe Dresde o Dresden y mucho menos como se pronuncia correctamente, pero les aseguro que no es como se lee en español.

Se me metió en la cabeza que había que ir a este lugar y por suerte no me equivoqué.

Hoy es el St Patrick's day en Irlanda y en muchas otras partes del mundo también se festeja, aunque en general es más bien una excusa para salir a tomar bastante. Por eso hoy quería hacer un post libre de alcohol.

Estrenamos la primera colaboración (y esperemos que no la última) del blog de la mano de Daniel, otro amante de los viajes que esta vez nos lleva a pasear por Copenhague en un itinerario completísimo.

Salí a dar una vuelta por el barrio en el que estaba quedándome y, aunque ya sabía de su existencia, me la crucé casi sin querer en una esquina.

Una de las cosas que más ponemos a prueba al viajar es nuestra capacidad de adaptación, ya sea porque vayamos a una cultura muy distinta, por el idioma o las costumbres. Otras veces es porque no siempre lo que planeamos sale como lo pensamos.

El parque que me habían recomendado no era muy lejos, entonces me saqué una bicicleta y arranqué tranqui...

La primera vez que me subí a un avión fue en julio de 2011, tenía 24 años y, si bien no era la primera vez que salía del país, nunca había volado...