Esta historia empieza con un vencimiento. Porque se nos vencían unas millas que teníamos y exactamente el día del vencimiento nos sentamos a ver si daban para ir a algún lado, no nos íbamos a perder la oportunidad un viaje gratis.
Y las millas alcanzaban para hacer Buenos Aires - Córdoba, entonces la cosa se configuró así:
- Viernes MVD/BUE en ómnibus.
- Pasábamos el finde en la capital Argentina.
- Lunes BUE/CBA en avión.
- Allá alquilábamos un auto y partíamos al sur a Villa Gral Belgrano.
- Viernes a Córdoba capital y devolvíamos el auto.
- Domingo CBA/BUE en avión.
- Para finalmente volver a Montevideo en barco.
Me voy a saltear toda la parte de Buenos Aires, además ya habíamos recorrido un poco acá mismo en este otro post.
Eso si, la ida a Córdoba estuvo en riesgo porque cuando salimos para Aeroparque en un taxi desde San Telmo, que era donde nos habíamos quedado el fin de semana, resultó que había paro de camioneros y estaba todo trancado, pero gracias a la audacia del taxista logramos llegar a tiempo para embarcar.
Cuando llegamos al aeropuerto cordobés nos encontramos a Pablo, de la rentadora de autos, una especie de Rápido y Furioso latinoamericano, pero claro de eso nos enteramos cuando empezó a manejar cual si fuera un miembro de la familia Toretto. Porque él auto estaba en la rentadora que quedaba por la ruta perimetral cordobesa a unos km del aeropuerto. Ojo, un divino Pablo, manejaba como un desquiciado pero un cra el tipo.
Habíamos alquilado un Clio pero había tenido algunos problemas mecánicos y en su lugar (y por el mismo precio) nos habilitaron un Logan, mucho más auto, así que impecable. La ruta 5 hasta Villa Gral Belgrano un lujo y con tremendas vistas entre las sierras, como el Dique Los Molinos por ejemplo. Además en esa zona al costado de la ruta se pueden conseguir productos artesanales como fernet, chacinados y otras cosas más.
Nos quedamos en unas cabañas muy recomendables que quedan entre Villa Gral Belgrano y Los Reartes, sobre la ruta 109 a unos 2km de la Villa. Ah, si algún día están por ahí es un mandato pasar por el Parador El Crucero a comer cualquier cosa.
Si quieren saber más de Villa Gral Belgrano pueden pasarse por este hilo en X (o twitter), de mi parte puedo decir que una ciudad muy prolija, con arquitectura centroeuropea, donde se come y se toma muy bien, demasiado bien les diría.
Pero todo este preámbulo era para hablar de la joyita que está siguiendo la ruta 109 donde les comentaba están ubicadas las cabañas donde paramos. En una carretera angosta entre sierras y siempre hacia abajo van a llegar a La Cumbrecita, el verdadero pueblo de estilo europeo enclavado en las sierras cordobesas.
Viven aproximadamente 200 personas todo el año, pero el pueblo está dedicado a los turistas con posadas, hoteles, restaurantes, tiendas, etc.
Pero empezemos con un poco de historia como siempre:
Fue el Dr. Helmut Cabjolsky, que llegó de Berlín a Argentina a sus 40 años, quien compró un terreno de 500hás en 1934. Claro, el no tenía millas acumuladas y para llegar viajó 700km en tren hasta Alta Gracia, 30 km en auto y 3 horas a caballo por un sendero. A propósito Alta Gracia está cerca de todos estos lugares que comentamos y se puede visitar la casa/museo donde vivió Ernesto "Che" Guevara.
Pero siguiendo con La Cumbrecita. Llegaron pioneros desde Europa y lo primero fue trazar caminos y forestar la zona. Mientras trabajaban en el lugar vivían en carpas los tipos hasta que tiempo después construyeron la primer edificación, una casa de adobe que oficiaba de lugar de veraneo y para pasar los fines de semana. Pero las constantes visitas convirtieron este lugar en una especie de posada y a medida que la gente se fue enganchando con el lugar comenzaron a establecerse ahí. Fue a partir de estos movimientos que se tomó la decisión de crear un pueblo turístico simulando el estilo alpino.
Pero no es solo la arquitectura del lugar lo que enamora sino que la naturaleza ha sido muy generosa habiendo cascadas, bosques, lagos y montones de atractivos más. El agua es increíble porque baja bien pura desde las sierras, eso si, está muy fría.
Pero una de las mejores cosas, al menos para mi, es que es un pueblo peatonal y estás obligado a dejar tu vehículo en la entrada, lo que lo hace una experiencia mucho más disfrutable. Los únicos vehículos que pueden llegar a ver son de los locales. Siempre que un lugar no tiene autos la cosa cambia radicalmente. Me encantaría se implementara algo así en mi país en algunos balnearios o bueno en otros lados también. Que puedas entrar hasta cierto punto y ahí bajate y caminá.
Pasando esta entrada cuando cruzás el puente que da paso sobre el Río del Medio ya empezás a ver el panorama. Es una mezcla de viaje en espacio tiempo porque parece que estuvieras en otro país y en otro momento.
Por supuesto que también hay alojamientos, tiendas de recuerdos y lugares para comer. Y claro que mucha cerveza y mucho chocolate. Y al igual que en Villa Gral Belgrano se come muy bien por acá también.
La madera y la piedra tienen un rol protagónico tanto en la arquitectura como en distintas esculturas que adornan algunos lugares.
Y la otra gran protagonista es la vegetación. Pinos, abedules, montones de flores y lo que se te ocurra están adornando todo, porque además hay un cuidado y una prolijidad increíbles. En cualquier estación del año invita a los sentidos, porque además en La Cumbrecita a veces cae nieve y ni que hablar que el otoño es impresionante.
Un lugar hermoso para desenchufarse, ya sea por el día como fue nuestro caso o con la posibilidad de quedarse que deber ser hermoso en una noche bien despejada. Además de que toda la zona ofrece diversos paseos, senderos, cabalgatas y turismo aventura. Hay que tener en cuenta la ausencia de cajeros automáticos o estaciones de servicio por lo que hay que prever estos detalles, aunque en general aceptan tarjetas de crédito en todos lados. También es importante ir con ropa y calzado cómodos porque es un lugar para caminarlo todo y si bien la zona del pueblo en si no es muy grande si quieren explorar los alrededores hay que seguir dándole a la pata.
Ah, y si llegan a estar por la zona sería un pecado no darse una vuelta por el pueblo Santa Rosa de la Calamuchita, creanme que no se arrepentirán.
Y con esta imagen de la coqueta Capilla Ecuménica del pueblo le damos cierre a este nuevo posteo. Hasta el próximo y ¡gracias por leer!